Todos los días que paso por el Estadio, allí donde tengo que aceptar la infamia de los obstáculos que ponen los muchachos soldados del retén, me pregunto qué pasa con esta construcción que se está convirtiendo en un elefante blanco. Mucho tilín tilín y nada de paletas. Muchas promesas y pocos hechos. Pareciera que a todos los políticos les ha dado por mamarnos gallo. Hace rato que no veo al Tuto Chávez pero supongo que debe estar más aburrido que mico recién cogido con tanta tomadura de pelo al no ver su obra deseada moverse un ápice. Retomo el consejo de hace tiempo de poner en uso el estadio tal cual esta, mejorándole la gramilla eso sí. Al paso que va, se a oxidará y dañará sin que ningún tumaqueño haya pisado su gramilla y esto constituye toda una vergüenza nacional. A ver, Don Tuto. A poner otra vez la enjundia. A pellizcarse. ¿Qué pasa Nel? ¿Te vas a poner tú también en el látigo de mama Joba?