lunes, 24 de septiembre de 2012

¿Que pasa con el Liceo Nacional Max Seidel?

Debo parecer ideático al volver una y otra vez a un tema que me causa –y debería causar a todos- molestia. Tengo un pelado en el Max Seidel y sufro con las continuas interrupciones de las jornadas educativas. Sé que la única manera de que salga un buen bachiller es que el pensum académico se cumpla, que se reciban todas las clases, que se trabaje como debe ser. Pero eso no parece ser el estilo del Liceo. En lo corrido del año creo sin temor a equivocarme que se ha perdido más del veinte por ciento del tiempo. Cuando no es una cosa es otra…que un paro, que una jornada pedagógica (¿), que reunión de profesores, que reunión académica, que en fin, mil excusas, incluso a veces sin estas, como la semana pasada que hubo asueto general sin ninguna explicación. Hay semanas en las que han dejado de asistir hasta tres días (en promedio debe ser como un día por semana). ¿Cómo se quiere tener así una promoción de buenos bachilleres que compitan en el difícil mundo de la Universidad? Prometo que es la última vez que jodo. Al parecer como que solo me duele a mí. A mi ahijado lo llevo el año que viene para los Amigos de la Ciencia o al Manuel Elkin a ver si logro que recupere el tiempo perdido, haciendo eso si un esfuerzo complicado en un momento en que la economía es casi que imposible. Al fin y al cabo, primero son ellos. Los que han sido bachilleres del Liceo, ya profesionales, incluso los que no, deberían ponerle bolas a este asunto.

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