viernes, 24 de febrero de 2012

La microempresa

Una de las cosas llamativas en la zona rural es el adelanto en la resiembra de palma. Aunque uno quisiera que hubiera una aceleración del proceso, la mayor parte de las compañías grandes palmicultoras ha iniciado un proceso de resiembra de un hibrido especial de palma africana y ya algunas están cosechando de esa resiembra iniciada hace unos años. Le están apostando a que con los nuevos productos genéticos la incidencia del bicho de la pudrición de cogollo será cada vez menor. Tumaco está urgido de esas miles de hectáreas necesarias para alivianar el peso de la economía contraria.
En el entretanto, en la zona urbana no hay ninguna empresa que pueda llamarse así, tal cual. Lo que si hay es un montón de personas recurriendo a la microempresa –EXCELENTE- para salir de esta crisis en la que nos encontramos. No hay que quedarse en los ayes lastimeros y menos en el harakiri o sepuku y hay que tomar el camino de la producción que es lo único que nos puede salvar. Hay personajes con empresas alucinantes pero productivas y se ve en la gente de nuestro pueblo una gran habilidad y recursividad a la hora de conseguir el bitute.
Pero hay que hacer más. Así sea a punta de cientos de microempresas, pero la única manera de salir de este atolladero es el trabajo que no el subsidio a rajatabla como lo practicó el señor Uribe.
Esperemos que la oficina que prometió crear el señor Alcalde para el desarrollo productivo, creación de empresa y generación de empleo ya esté haciendo lo que le toca.

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