Cuando se llega por primera vez a este puerto que es Tumaco, lo que primero marca al visitante es la belleza de las mujeres y la amabilidad de sus gentes. Magia. Es lo que sucede por que se termina por no querer salir nunca de su entorno. Trigueñas, negras, indias, blancas, todas ellas un manojo de bellezas dificil de encontrar junto en otros lados, una hibridación de colores y etnias, un crisol multicolor con enfasis en el color oscuro de la hermosa raza negra, un amalgamiento que embruja. "Jungle fever", diría un amigo mio.